Desde enero, el Gobierno aplicará un nuevo esquema de subsidios para tarifas de electricidad, gas natural, garrafas (GLP) y gas propano por redes en todo el país. El plan implica subas en las facturas a lo largo de 2026 y la pérdida de bonificaciones para un amplio sector de usuarios, especialmente quienes integran la clase media. Aunque no se detallaron porcentajes concretos, la decisión se oficializó a través de una convocatoria a audiencia pública publicada en el Boletín Oficial.

La modificación elimina la segmentación por niveles de ingresos (altos, medios y bajos) y la reemplaza por un sistema binario: hogares que recibirán subsidio y hogares que pagarán el costo pleno. Además, las bonificaciones dejarán de ser continuas durante todo el año: solo se aplicarán en períodos de alta demanda energética, lo que reducirá el gasto estatal y profundizará el ajuste fiscal previsto para 2026. Según estimaciones oficiales, el ahorro sería del orden de USD 1.000 millones.

Para definir quién accede a la ayuda se establecerá un criterio central: podrán mantener subsidios los hogares cuyos ingresos totales —sumatoria de todos los adultos— sean inferiores a tres canastas básicas totales (CBT) tipo 2 del Indec, hoy equivalentes a unos $3,64 millones. Se mantienen los filtros de exclusión: propietarios de más de un inmueble, vehículos de alta gama o reciente antigüedad, titulares de aeronaves o embarcaciones y quienes hayan comprado moneda extranjera, entre otros.

Los usuarios ya registrados en el RASE serán migrados automáticamente, con posibilidad de actualizar datos. Quienes utilicen gas propano indiluido por redes o garrafas deberán inscribirse en el portal oficial. El esquema para estos últimos prevé un subsidio directo depositado mediante billeteras virtuales. Los 3,3 millones de beneficiarios del Programa Hogar pasarán al nuevo régimen sin perder cobertura.

Hoy los subsidios funcionan como bonificaciones sobre el precio de la energía consumida. Desde enero será más directo: el hogar será subsidiado o no. En electricidad, los beneficiarios recibirán un 50% de descuento sobre un bloque de 300 kWh por mes en meses de alta demanda (invierno y verano) y 150 kWh en períodos templados. En gas natural por redes, el beneficio se aplicará únicamente entre abril y septiembre, con bloques definidos según la región y sin bonificación el resto del año.

Actualmente reciben subsidios 9,24 millones de hogares en electricidad y 5,13 millones en gas. Dentro de ese universo, casi seis millones (electricidad) y 2,89 millones (gas) están registrados como ingresos bajos, menores a 1,5 CBT. Con los cambios, el peso de la factura energética será mayor: mientras hoy los usuarios residenciales pagan un promedio del 55% del costo real, en 2026 cubrirán el 76% en electricidad y el 79% en gas.

Aunque la Secretaría de Energía difundió estimaciones alentadoras para los meses pico —el 35% de los usuarios pagaría facturas eléctricas menores a $22.000 y el 56% de los usuarios de gas menos de $14.000—, el impacto de fondo es claro: menos subsidios, más costo directo y un 2026 marcado por aumentos sostenidos en los servicios básicos.