En un escenario marcado por la pérdida salarial y la tensión financiera provocada por los recortes de Nación, el Gobierno bonaerense vuelve a abrir este jueves dos paritarias clave: la de los gremios docentes nucleados en el FUDB y la de los trabajadores judiciales, representados por la AJB. Aunque la convocatoria apunta a discutir el aumento correspondiente al último bimestre del año, todo indica que no habrá una oferta concreta hasta después del 26 de noviembre, cuando se debata en la Legislatura el Presupuesto 2026, la Ley Impositiva y el endeudamiento.

Desde las 10 de la mañana, el Ministerio de Trabajo recibirá primero a los sindicatos docentes y más tarde a los judiciales. El clima previo anticipa una mesa cargada de reclamos: según expresó el secretario general de UDOCBA, Alejandro Salcedo, las y los docentes exigen una mejora salarial urgente para compensar los “ajustes económicos” y el deterioro de las condiciones laborales.

La paritaria del martes con los estatales expuso un panorama complejo: no hubo oferta formal y los gremios pidieron una suba que permita recomponer lo perdido frente a la inflación, avanzar en los pases a planta permanente en todas las jurisdicciones y acelerar las mesas técnicas sectoriales —especialmente la de auxiliares de la educación—. También insistieron en la necesidad de un Convenio Colectivo de Trabajo provincial.

El Ejecutivo volvió a remarcar que la situación financiera es “delicada” y que el ajuste nacional profundiza las restricciones presupuestarias. En ese marco, la gestión de Kicillof ató cualquier compromiso salarial a la aprobación del paquete fiscal que se votará el 26 de noviembre. Hasta entonces, la estrategia oficial será escuchar sin presentar números.

El último incremento para docentes y estatales, acordado en agosto, fue de apenas 5% en dos tramos, con un acumulado anual del 25,9%. En octubre, un maestro de Grado Inicial cobró $713.217; un profesor con 20 módulos, $927.518; y un maestro de Grado con 5ª hora, $900.672. Con estos valores y una inflación creciente, los gremios llegan a la mesa con un reclamo contundente: una recomposición real y urgente.

La Provincia, con las cuentas al límite y el impacto del ajuste nacional golpeando de lleno, enfrenta otra jornada clave en la relación con el sector público, mientras el año se acerca a su cierre y la tensión paritaria vuelve a ocupar el centro de la escena.