Tras una doble sesión maratónica en Diputados y en el Senado, la Legislatura bonaerense aprobó el Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal impulsados por el gobernador Axel Kicillof. Sin embargo, el mandatario deberá seguir esperando para avanzar con el expediente clave: la autorización de endeudamiento que reclama para financiar obras y compromisos provinciales. La Cámara baja decidió postergar el tratamiento al menos hasta el viernes, cuando buscará reunir los dos tercios de los votos que exige la ley.

La expectativa por discutir los tres proyectos en conjunto había crecido luego de que la comisión de Presupuesto de Diputados emitiera dictamen favorable a la toma de deuda por USD 3.685 millones. El plan contemplaba un tratamiento inmediato en el recinto y, luego, en el Senado. No ocurrió. Las negociaciones se empantanaron y la Cámara decidió un cuarto intermedio a la espera de un acuerdo.

Las tratativas fueron encabezadas por el ministro de Infraestructura y senador electo, Gabriel Katopodis, y por el intendente de Almirante Brown y diputado electo, Mariano Cascallares. Ambos representaron al oficialismo durante una jornada cargada de tensiones políticas y reclamos de último momento.

Disputas por cargos y fondos, el verdadero nudo

El freno a la toma de deuda no se explica únicamente por el rechazo opositor. Según fuentes legislativas, las discrepancias más profundas se dieron dentro del propio peronismo. La Cámpora y el massismo mantienen un vínculo tirante con el kicillofismo, lo que derivó en nuevas condiciones.

Uno de los puntos más sensibles fue la reforma para ampliar de 8 a 12 los directores del Banco Provincia, una modificación conversada fuera de agenda pero que no fue incluida en el dictamen. Tampoco fue la única exigencia: surgieron pedidos para habilitar vacantes en la Corte bonaerense, algo que Kicillof se niega a discutir.

A esto se sumó la pelea por el fondo para municipios. Pese a que el Gobernador aceptó calcularlo sobre el total de la deuda solicitada y a condonar deudas por financiamiento excepcional otorgado durante la pandemia, los intendentes insistieron en aumentarlo. La disputa terminó bloqueando cualquier avance.

Mientras la oposición atribuye el freno a la falta de consensos internos en el oficialismo, desde el Ejecutivo aseguran estar dispuestos a negociar y apuntan, sin acusaciones directas, al rol del camporismo y el massismo. El conflicto reproduce la crisis de diciembre pasado, cuando los tres proyectos —Presupuesto, fiscal y endeudamiento— se desplomaron por falta de acuerdo.

Qué aprobó la Legislatura

El Presupuesto 2026 proyecta un gasto total de $43 billones, con foco en infraestructura, asistencia social, salud, educación y seguridad. Un elemento político central es la creación de un Fondo de Recupero de Deudas del Estado Nacional, mecanismo pensado para reclamar recursos que, según la provincia, la Nación mantiene adeudados.

La Ley Fiscal, por su parte, incorpora un cambio fuerte en el sistema financiero: los bancos deberán pagar una alícuota de 9% de Ingresos Brutos sobre ganancias generadas por la compra de títulos del Estado nacional. No alcanzará a bonos provinciales, municipales ni obligaciones negociables privadas. El sector financiero advirtió que la medida puede encarecer el crédito y aumentar la carga tributaria desde 2026.

En materia tributaria para particulares, la provincia anunció una rebaja nominal de la patente automotor que beneficiará al 75% de los contribuyentes —unos 1,5 millones de vehículos— y la eliminación de cuotas adicionales del Impuesto Inmobiliario. Según la proyección oficial, esta política implicará una reducción real de la carga impositiva.

Ahora, todas las miradas vuelven al viernes: sin acuerdo político, el Gobierno provincial podrá festejar el Presupuesto, pero seguirá sin la herramienta financiera que más necesita.